La Catedral De Santiago
Ahora puedes ver la luz
2021-03-01
La majestuosa Catedral de Santiago de Compostela: un tesoro arquitectónico y espiritual
La Catedral de Santiago de Compostela es uno de los destinos religiosos más emblemáticos del mundo. Ubicada en la pintoresca ciudad de Santiago de Compostela, en Galicia; esta joya arquitectónica es mucho más que un lugar de culto; es un símbolo de peregrinación y devoción que atrae a millones de visitantes de todo el mundo cada año.
Construida en el siglo XI, la catedral es un impresionante ejemplo del estilo románico. Su fachada principal, conocida como la Puerta del Obradoiro, es una obra maestra de la escultura medieval. Aquí, los peregrinos agotados por su viaje a lo largo del Camino de Santiago son recibidos por la imponente imagen del Apóstol Santiago, cuyos restos se dice que están enterrados en el interior de la catedral.
Pero la Catedral de Santiago no solo es un tesoro arquitectónico, sino también un centro espiritual. Los peregrinos llegan a ella desde todos los rincones del mundo siguiendo las rutas del Camino de Santiago, una experiencia única que combina el desafío físico con la reflexión espiritual. El abrazo al Apóstol en el interior de la catedral es el culmen de esta travesía, y muchos creen que otorga indulgencia y purificación espiritual.
En su interior, la catedral alberga una impresionante colección de obras de arte religioso, incluyendo el majestuoso Pórtico de la Gloria, una obra maestra de la escultura románica, y el Botafumeiro, el incensario más grande del mundo, que oscila majestuosamente sobre los fieles en ocasiones especiales.
Además de su importancia religiosa, la Catedral de Santiago también es un imán para los amantes de la historia y la arquitectura. Sus numerosas capillas, claustros y reliquias ofrecen una ventana fascinante a la historia de España y el cristianismo.
En el año Santo de 2021 hubo un proyecto de nueva iluminación. La Xunta de Galicia junto con la Catedral de Santiago y la Fundación de Iberdrola acordaron un estudio de la iluminación del templo.
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Entre todo el proyecto, destacan las 36 lámparas suspendidas de los techos de Catedral, inspiradas en las antiguas lámparas votivas. Además, la luz natural es también protagonista en los tramos elevados, una luz abundante que sirve para elevar las naves medievales.
Y es que, si hay algo especial en la vida, es la luz. La luz nos permite observar el mundo, aprender, crecer y progresar. Esa misma luz que ilumina el Camino, que guía y une a las personas. La que permite fijarse en los detalles y disfrutarlos. La que nos hace ver más allá y perder el miedo.
Os invitamos a visitar la Catedral de Santiago y sentir esa nueva luz.
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