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El Camino Portugués con puntos de salida en Oporto o en Lisboa es el favorito de muchos debido a las fantásticas playas, gastronomía y vinos que tanto España como Portugal pueden ofrecer. Este Camino tiene algunas variantes tanto por el interior como por la costa y se puede realizar tanto en bici como andando.
Peregrinación desde Oporto a Santiago por la ruta portuguesa original vía Tui.
Peregrinación de Tui a Santiago por el Camino Portugués
Peregrinación desde Oporto a Santiago por la costa
Peregrinación en bici a lo largo del Atlántico desde Oporto a Santiago.
El origen del Camino Portugués se remonta a los albores del fervor jubileo, nada más descubiertos en el año 813 los supuestos restos del Apóstol. La proyección jacobea en tierras lusitanas se consolida a partir de mediados del siglo XII, una vez independizado Portugal, y se mantiene constante, con un denso flujo de personas y a salvo de reformas y contrarreformas, hasta la época moderna.
En el siglo XX la supuesta aparición de la Virgen a tres pastores en Fátima da pie a un santuario nacional en Portugal que oscurece al compostelano y reduce la tradición de caminar hacia Santiago al norte del país, donde muchas ermitas aún rinden honor al Apóstol.
En los últimos años, y de forma pareja al crecimiento de otras rutas, se consolida una nueva peregrinación desde Portugal, con cifras que ya sitúan a este Camino Portugués como el segundo en cuanto a número de peregrinos. Tuy, para aquellos que sólo tienen una semana para caminar (112 km a Santiago), y Oporto (229 km a Santiago) son, además, dos de las localidades preferidas como punto de partida.
La señalización entre Oporto y Santiago es correcta, sobre todo, en los tramos gallegos, con los sucesivos mojones de la Xunta con distancias kilométricas. Poco a poco se va mejorando la señalización en el tramo portugués.
El Camino Portugués tiene bastante asfalto que se compensa con un trayecto sencillo, sin grandes altibajos y con buenas panorámicas. Al llegar a la altura de Redondela las vistas sobre la ría de Vigo compensarán con creces éstos inconvenientes.
Esta ruta cuenta, además, con la particularidad de atravesar núcleos de alta densidad demográfica, lo que asegura suficientes servicios a los caminantes.
Su no masificación, sus intercalados tramos de gran belleza y, si se arranca en Portugal, el innegable estímulo de recorrer dos países, juegan a favor de este trazado histórico.
Algunas de las etapas de Camino Portugués son largas, pero hay que recordar que no hay casi desniveles.
Buen Camino!
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